sábado, 1 de diciembre de 2012

Vértigo


Vértigo

Me refiero a esa sensación que quizás conozcas similar a un tanque con agua y un resumidero: al principio ni se advierte, ni se percibe: el vacío en esta etapa inicial es sólo un vaticinio de mal gusto: el agua sigue ahí mientras que el agujero es tan pequeño que ni se siente…

            Y con todo, pasado un tiempo…

            Pequeño pero constante, duro pero seguro, sea pileta o alberca: el agua menguará con certeza, y al hacerlo formará ese remolino lento al principio pero cada vez más veloz, más veloz en círculos, no muy distinto de un agujero negro que habrá de chuparse todo ese universo de agua por fuerza de gravedad hasta la sequedad seca de pileta o alberca o lo que fuere, hasta el mismísimo vacío vaciado…

            Vértigo no es precisamente ese remolino, sino más bien la sensación de remolino chupador: ese pensamiento ansioso con algo de premonitorio que aun queriendo evitarlo acelera la velocidad de los sucesos: vértigo es pensar el vértigo.

            ¿Cómo se llama lo anti-vértigo? ¿Yoga?

            No pretendo ponerme intimista ni contingente, y proyecto que sea la última entrega en este tono en este espacio. Sobre todo por respeto a ti, ¡oh, amante de la poesía!, que has tenido a bien soportar con esta cuatro entregas de mis balbuceos para calentar los motores de este espacio.

            Sé que se acerca la hora de mi cita contigo. Lo cual forma la parte medular del vértigo: el asunto se ubica en el núcleo de este meollo, debiendo ser como el corazón del agujero negro, donde no debe existir angustia de ningún tipo, ya que, se supone, según los astrofísicos, ahí dentro el tiempo no existe.

            A lo mejor afuera tampoco.

            Sin embargo, derivando de la metafísica a la simple física de la vida real, el remolino o vértigo se vislumbra bastante verdadero, con una certeza harto cierta…

            Ya te habrás figurado por la imagen que nos acompaña hoy que lo que te encontrarás aquí tiene muy poco de poético. A no ser que comprendas la poética sublime del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Yo no la comprendo. Ni siquiera creo que exista. Aunque para todo hay gustos. Por ejemplo para mi médico. A él estas cosas le embelesan, ¿tú crees?

            Pensarás que quien esto escribe está debrayando. Quiero decir, pasándose de la raya. Una vez más.

            (Y ahora le estoy dando vuelta al asunto cual chico que quiere decirle a la chica que quiere con ella pero no sabe cómo, mmm…)

            Bueno, ¡va!:

            Tengo roto el susodicho ligamento cruzado anterior, y me lo voy a operar.

            (Que en sí sí tiene su cosa fascinante: según entendí me quitarán tejido muscular, creo que de una nalga, y con eso forman una especie de cordel que se une a ambos extremos del ligamento roto, no sé si con un nudo o con cinta adhesiva, y ¡voilá!, ¡el músculo se convertirá en ligamento y mi rodilla quedará 9-cita! Según esto.)

            Pero eso no es el asunto, sino de pronto el tsunami que he visto alzarse todo este mes, a punto de reventarme con todo y rodilla nueva o dañada.

            Estudios y contraestudios, burocracia hospitalaria supongo que normal. Mas de pronto se me vienen encima una serie de gastos incontemplados, sumados a los ya contemplados que no son pocos, y por si fuera poco tengo que conseguir un par de donadores de sangre, todo en un lapso de diez días, y por demás estoy a punto de salir a Guadalajara a la Feria del Libro, donde resuenan los cantos de las sirenas, o donde el avestruz esconde su cabecita de dinosaurio…

            El vértigo. Me hace. Escribir frases. Breves. El tiempo. ¿Se detiene así? ¿Se detiene? ¿Así? ¿Acaso?

            Mejor te cuento que últimamente he estado muy activo, poco escindido, creo, cuando mucho del ligamento cruzado anterior, aunque eso sin duda es algo.

            Mejor te anuncio que a partir de la próxima entrega este espacio volverá a ser lo que era, pero mejorado.

            Escrito por el mismo escritor que era, pero mejorado.

            Podrías encontrarte por ejemplo a Fernando Pessoa, de quien ya hablábamos. Uno de los grandes en mi panteón, o sea en el lugar de los entes que venero. O a José Carlos Becerra. O así.

            Pero por otro lado, como te relato, quien esto escribe ha estado activito recientemente.

            (En Guadalajara presento un libro de autorretratos de artistas mexicanos, donde aparece un escrito mío; eso se irá a otro blog. Textos como éste, cómo decir, más testimonial, o como los anteriores, donde no he hecho más que hablar de mi ombligo, deberán tener su propio espacio. Lo engorroso aquí es armar “físicamente”, o cómo se dice, diseñar, dar forma, al espacio virtual, a la estructura en red de la “revista”, proceso tediosón, más bien; luego es ya nada más ponerle los contenidos. Espero darme tiempo para ello durante las tres semanas que estaré con muletas, mmm…)

            Por ejemplo unas traducciones épicas de rap en alemán que intenté por ahí, de unos colegas poetas alemanes que nos visitaron; o bien poemas de otro autor alemán, de mayor edad y temperamento, y una voz mucho más sencilla y directa; o también una que otra joyita que he descubierto por ahí, y que me encantaría compartir contigo…

            Pero. Antes. Detener. El reloj. Sí. Así. Vamos. Ilusión. Sí. Certeza. Yoga. Palabra. Bralapa. Tú. Yo. Desconocidos. Tiempo. ¡Eso! ¿Viste?

            Todo saldrá bien.

            ¡Todo saldrá bien!

            Me opero. Salgo de la operación. Fiesta. Temporada de fiestas. Se termina el calendario maya. Se acaba el mundo. Luego sigue Navidad y Año Nuevo. Luego nos encontramos aquí, el próximo día primero.

 

Gonzalo  Vélez






*** *** *** ¿ Te gustó ? ¡ Suscríbete y recibe 1poeta & 1poema en tu buzón ! *** *** ***

jueves, 1 de noviembre de 2012

Malabar


Malabar

A Fernando Pessoa ya le había pasado hace como cien años. Eso de las versiones múltiples de una misma persona. O sea la suya (es curioso: pessoa justamente quiere decir persona).
         No contento con ser, y acaso también sin saberse del todo, un extraordinario poeta, decidió, o le ocurrió, que varios poetas o voces poéticas se expresaran a través de él, no simultáneamente, claro, sino cada cual en su momento, pero con irrestricta autonomía y características específicas muy particulares.
         Él era, o a intervalos se veía poseído por, Fernando Pessoa, Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, Ricardo Reis, Bernardo Soares, quienes no son propiamente seudónimos, ya que cada cual tiene su personalidad poética propia e incluso una biografía individual.
         Fernando Pessoa llamó a su crisis existencial: heterónimos.
         Yo llamo a la mía: blogs.
         Pessoa llamaba a sus heterónimos: “drama en gente”.
         Yo llamo a mi confusión: “confusión”.
         Y para descaotizar la confusión, Confucio dijo: “¡Haz blogs!”
         Entonces, confundido entre los sueños que son anhelos de vida, los sueños que soñamos todas las noches pero sólo algunas veces recordamos, y los sueños guajiros (que son una modalidad de sueños de opio), no supe en cuál de estas categorías de sueños entraba Confucio.
         Por lo pronto, Sansón Alas, como sabes, se escindió, y, dice, está por abrir un blog propio, dice, para convocar, dice, a todos los amigos del omeprazol. Es lo que dice.
         Yo no le creo nada.
         Sin embargo, por otro lado hay una parte que desde hace la mitad de mi vida ha escrito sobre arte: artes plásticas, artes visuales, artistas de mi ciudad. En una ya lejana época era una parte muy activa, escribía desenfrenadamente para secciones culturales de periódico artículos semanales sobre exposiciones y sobre los hilos negros del arte que iba descubriendo.
         De modo que esa parte dijo que por qué no publicar entonces los textos que ahora he (o ha) escrito eventualmente para catálogos de artistas o para presentaciones de libros de arte, en fin, los escritos de esa naturaleza, en otro blog.
         Uno que se llamara: A la vez arte.
         (Por simultáneo, y además porque suena como “besarte”, imagen que podría traer connotaciones subliminales según yo, ¿tú crees?)
         Sin embargo, cierto relámpago de cordura me hizo ver en un parpadeo de lucidez que este very mismo espacio que se llama 1 poeta & 1 poema por algo se llama así, y por algo en un principio tú habías acudido aquí esperando precisamente eso.
         Entonces, desde hace dos meses que lo retomamos o usurpamos, la idea es que se pareciera más a Lázaro, en el sentido de blog muerto que resucita igual a sí mismo, y que se pareciera menos a la creatura de Frankenstein, en el sentido de blog vuelto vivo con retazos disímiles cuyos mónstridos resultados en su versión más fresca temo que sean este texto destemplado que estás leyendo justo ahora.
         Mmm…
         Hay gente a la que en el momento de tomar una decisión se le aparecen por un lado un angelito y por el otro un diablito, cada cual con sus razones.
         Pero cuando volteé vi que yo tenía en un hombro un ratón cabezón y chaparro y en el otro uno con cara de lelo simpático.
         Y entonces el lelo le grita al otro de hombro a hombro a través de mis oídos: “¿Que qué es lo que vamos a hacer hoy, juar, juar?”
         Y entones el cabezón le responde también a través de mis oídos con gruñido incluido: “¡Narfff! ¡Lo mismo que hacemos siempre: ¡tratar de conquistar el mundo!!”
         [Cualquier parecido con otra cosa no es plagio, sino un homenaje pobre a otra cosa que no era sino sólo parecía o no parecía sino sólo era o si no: ¡qué de qué o qué!]
         Y entonces caí en cuenta de que faltaría otro blog más para esta voz con la que estoy tratando aquí de reírme de mí mismo…
         Y entonces, como al parecer está de moda en estos tiempos de vanidades multimillonarias en premios literarios de ferias de libro premiar a probados usurpadores de textos ajenos, y también, ¿por qué no?, para plagiar a presuntos plagiarios y obtener así cien años de perdón, que el blog de esa vox se llame escuetamente: El blog de Gonzalo Vélez.
         [Música convencional de circo para el acto del malabarista. De pronto: silencio y oscuridad. Con teatral explosión colorida aparécese de la nada el Sentido Común. Los reflectores lo iluminan.]
         Dice el Sentido Común:
         --Me preguntaba otra vez de pronto qué sentido tendría publicar cuatro blogs como si fueran los cuatro heterónimos del poeta Fernando Pessoa. ¡¿Eh?! ¡¿Acaso no es mejor: concentración en una sola obra sólida, que: dispersión en fragmentos superficiales de dudosos alcances y atesores?!
         Y no deja de tener cierta razón.
         En realidad en vez de poesía estoy haciendo de este espacio una sesión de entrenamiento a puertas abiertas, o lavando un paño de penas íntimas en un baño público.
         En realidad creo que se trata tan solo de una pingüe crisis: honda personal existencial: crisis angosta y profunda, como el rastro de un alfiler, como la cicatriz de un clavo.
 
Gonzalo  Vélez
 


 
*** *** *** ¿ Te gustó ? ¡ Suscríbete y recibe 1poeta & 1poema en tu buzón ! *** *** ***

lunes, 1 de octubre de 2012

Cónclave

Mis personalidades múltiples y yo celebramos sesudo cónclave para determinar la naturaleza actual de este espacio que ahora visitas.

Menudo cónclave, ¡por Sócrates!

Afortunadamente nos llevamos bien en lo general, aunque pocas veces en lo particular compartimos algo en común entre todos, más allá de lo obvio. Lo cual no quiere decir que esto sea siempre, ni que no existan, ¿cómo decirlo?, rencillas intrasubpersonales en uno, es decir en todos yo, o entre algunos al menos.

Me explico. Más bien no me explico.

La faceta científica o cientificoide arguyó que recientemente había confirmado la existencia de un hilo conductor común, mucho más que un leitmotiv, que nos unificaba a todas las personalidades y a mí en una sola (o sea yo), descubrimiento autopersonal equiparable a la demostración del Bosón de Higgs, afirmó, pero al interior de Gonzalo, lo que en pocas palabras significaba que aquello de las personalidades múltiples era, o es, una falacia, acaso sólo sucia argucia publicitaria de tendencias escandalosoides para llamar baratamente tu atención y que me sigas leyendo por encima de tantas otras cosas al alcance de tu mano.

Ñaca, ñaca. Una burda triquiñuela.

O sea que en pocas palabras significaba que las personalidades múltiples no existimos, sólo yo. Solo.

Por supuesto que de inmediato, como te imaginarás, yo y los demás yo nos le echamos encima.

La versión oficial que podrías consultar en el resolutivo señala la democrática medida democrática que tomé y tomamos de excluir de inmediato del cónclave al yo esquirol que nomás estaba metiendo cizaña con las pretensiones terrorísticas de hacerme desaparecer a todos.

La versión no oficial no te la contaré, ya que fue demasiado violenta, un tanto sangrienta y por demás lenta, cosas todas a las que nos oponemos a toda luz… y sin embargo hubo que hacer el trabajo sucio, mmm.

De cualquier modo en la democracia nunca hemos creído más que marginalmente, tangencialmente, relativamente. Y únicamente añadiré que yo y los demás participé en la poda.

(No te lo comento con orgullo, sobre todo porque sé que sabía lo que decía.)

El caso es que el cónclave así comenzó:

Puro humo negro.

La faceta más enojada con la vida… Corrección: La faceta enojada con la vida, por ebullente acaparó la palabra primero y a todos nosotros los madrugó, o, como le fascinaba exclamar a Manuel Payno, nos “dio el albazo”.

(Para que no me no-entiendas tanto, antes debo describirte a esta energúmena personalidad energúmena como la más pura sublimación que he conseguido de mis naturalezas ariana y escorpiónica, en ese orden, excluyendo de la combinación todo el peso letárgico de la parte piscis de mi luna, que es el área que exaspera a mi energúmeno, y no nada más a él. En fin que si sabes de astrología me entenderás algo, y si no tampoco importa: es una de tantas supersticiones en las que algunos de uno quieren y a veces queremos creer.)

Esta parte energética y anarca, digo, optó por llamarse a sí misma Sansón. Sus razones tendrá. Ya el cientificoide de yo había advertido de su naturaleza independentista. Es decir, la de Sansón.

Quizá debí haberle hecho caso.

Pero como no, Sansón propuso, o anunció, independizarse. “Es un viejo proyecto”, me recordó, como si yo no lo supiera. Lo bueno es que al final todos estuvimos de acuerdo (a cada quien lo suyo, finalmente).

Sería una separación seria, pacífica y altamente civilizada, mucho menos que un divorcio, una cosa tipo misión imposible como la alguna vez considerada imposible separación de la siamesa palabra Checoslovaquia ni con el más preciso lingüístico bisturí láser y mira nada más: hoy que hay el siglo veintiuno tenemos a Checia y tenemos a Eslovaquia.

Y así Sansón nos convenció en concreto:

“Voy a hacer un blog similar a este pero dirigido a gente enojada con el mundo y no sólo eso, sino pensando en aquella gente enojada con el mundo a la que su enojo le provoca problemas gástricos y biliares…”

Por lo tanto el futuro virtual espacio llevará por nombre:
Amigos del Omeprazol.

¡Clap clap clap clap clap clap! [autoaplausos en mí mayor]

(Se ve que no hablo mucho recientemente más que conmigos, lo cual se advierte con claridad en que otra vez lindo el límite de palabras para no abrumarte, queride amigue literarie:)

“¡Caray carajo caro!”, musita la faceta artista plástica, que también quiere su blog.

“¡Caro como el tiempo!”, explicitó el traductor, con lentes de Karl Kraus.

Y yo: hecho un malabar.

Gonzalo Vélez




*** *** *** ¿ Te gustó ? ¡ Suscríbete y recibe 1poeta & 1poema en tu buzón ! *** *** ***

sábado, 1 de septiembre de 2012

Empedrecer

 
Jamás pensé que me costara tanto abandonar el estado piedra.



            Volver ha sido toda una labor de caracol titán.

            Empedrecer es un proceso delirante de tan lento, de tan lapidario. O bien instantáneo, como con Medusa, pero no ha sido el caso aquí. Fue más bien como un descuido. Como voltear a ver el reloj y mirar que ya pasaron otros cinco años, otros veinticinco años.

            Verás: iba yo tan campante por, tan decidido a, tan altivo y orgulloso en pos de retomar como si tuviera todavía los veinticinco años que sigo teniendo aunque no en mi cuerpo. Verás: iba yo tan uyuyuy y tan chiraspelas, tan yuháirasa y tan búmba-lasa-búmba-lasa-búmba-lasa-bum…

            Mas de pronto la palabra imprevisto con todas sus letras de granito.

            Vaya, vaya.

            Verás: iba yo con mi testa tan dura rompiendo tantas paredes, iba tan similar al martillo de plata de Max, tan cabeza de cascanueces; iba, pues, a contracorriente como siempre, iba salmón a destiempo…

            (¡Ajem, ajem!) [ruido de palabras desperezándose]

            Lo que quiero decir es:

            Ya tenía yo este espacio dispuesto al que llamé: 1Poeta&1Poema.

            Ya te había seducido, ya te había convencido, ya te había reunido, ya estabas tú aquí, y todo parecía funcionar medianamente. Y de pronto el ido fui yo. Así nomás y sin avisar: como quien un día salió a la tienda de la esquina y no regresó en lustros.

            Te ofrezco una sincera, profunda disculpa, lector mío, lectora mía.

            He sido irresponsable todo este tiempo. Lo lamento. [azote, azote]

            Debería prometer justo aquí que todo esto cambiará, que no sucederá otra vez.

            Pero el meollo es precisamente que me cansé de ser el joven que promete. Ya no soy joven (eso cambió sin remedio), y como nunca cumplí en vez de prometer prefiero escribir para ti hoy este escrito, e igual que un fumador remiso hacer votos de voluntad para volverme a reunir contigo en nuestra próxima cita (que pretendo sea cada día primero).

            Preferiría que esta ausencia que ahora termina, que ahora termino, se viera similar a la de aquel vizconde, o mitad de vizconde, que se demoró en volver a su casa por andar saludando en el camino a las florecitas, y a los pajaritos, y a las ardillitas…

            Algo así.

            Regresos heroicos: el de Frodo Baggins, el de Muad’Dib Paul Atreides. El de Hunahpú e Ixbalanqué, incluso.

            ¿Éste? Un simple regreso con el rabo entre las patas de alguien dispuesto a volver a hacer lo que tiene que hacer. [azote, azote]

            Lo que en realidad creo tal vez te parezca estúpido o infantil o expresión de una soberbia chiquita o no tanto o narcisismo puro:

            Lo que en realidad creo es que el candidato horrible que ganó y será presidente de México justo lo será porque todos estos años me la he pasado divagando, en lugar de ponerme a escribir.

            Tal cual. Sic.

            Quiero decir que me hubiera gustado tomarme mi oficio más en serio. Mi amor por las palabras más en serio. Mi respeto por ti, lector, lectora, más en serio.

            Y creo que de haberlo hecho hubiera contribuido a que mi país generare una gama de candidotes por lo menos decorosa, una estulticia generalizada menor. Pero no. Lo lamento.

            Me pregunto ahora cómo fue que hice 1Poeta&1Poema. Me parece recordar que yo quería atinarles a unos cinco platos de un solo disparo, al tiempo que seguía comprometido en otras tantas varias cosas y distintas y a la vez, y mientras tanto tratando de poner la cabeza en la novela que continúa inconclusa, mmm.

            En fin que con ímpetu ariano, mi signo, y no muy distinto de un volcán que eructa, comencé.

            Y así pasé de escribir tres artículos al día, a tres a la semana, a tres al mes, a tres al año, a uno cada tres años…

            Y desde entonces el mundo ha cambiado tanto…

            ¿Qué fue lo que ocurrió?

            Respuesta: empedrecer.

            No lo tomes por favor como justificación irreverente, pero acaso la muerte de mi padre haya tenido que ver en este empedrecimiento. Luego siguió un año de luto. Luego la conciencia cabal de que no quiero convertirme en piedra:

            ¡Estoy vivo! ¡Estoy vivo!

            (lo digo, no lo grito, para no ofender, o quizás para yo mismo convencerme)

            ¿Qué sigue ahora en este espacio? La verdad es que no lo sé. Pero justo estoy bordeando el número de palabras para no abrumarte, y tengo un mes para pensarlo y ojalá dejarte pensando.

            El mejor de los casos será volverme a encontrar aquí contigo.

                                                                                                                      Gonzalo Vélez




*** *** *** ¿ Te gustó ? ¡ Suscríbete y recibe 1poeta & 1poema en tu buzón ! *** *** ***